Macerado en tu vista, niña
hice de tu mirada, luz de día,
tus ojos fueron pinceles
por aire, tierra y agua fría
que pintaban de azul, mi vida.
Siendo princesa del beso,
reinó tu labio en mis pieles,
tanta belleza amagabas
que sin ser de la realeza
mi sangre azul, afloraba
despertó mi sueño azur
busqué en el rojo del cielo,
el celeste que no encontraba;
y fuera, en mis ojos plata,
una gris perla resbalada.
ya no me riega tu mirada;
pero el azul de tus ojos,
con la intensidad que brilló,
Joan
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